2.03.2010
7.11.2009
2.11.2009
2.03.2009
11.16.2008
Recogiendo primaveras
Claudio... y su transparencia perfecta llegando como una gotita de agua tibia
Último día de clases con mi Vorágine... En la Sala la última lista... con el Kinder C, despidiéndose de los chiquititos
Cuarto B "vorágine" Promoción 2008
El P. Rodri... ¡¡Por Dios esas bases!! Hermosa foto. cuando sea canonizado será "estampitadizado", no lo dudo
Jorge, mi ahijado ... Su Confirmacción: 15 de noviembre de 2008
El Pancho precioso junto a Tomás poquito antes de su partida.
Aquí Francisco con José
Llanzamiento de Mapuzteca en la feria del libro, María Eugenia Lorenzini de la Editorial Forja, Antonio y yo...
El Ojo en tinta ampliado después del lanzamiento... la Negra radiante y Antonio, los sueños se realizan... De utopías encarnadas estamos hablando...
8.08.2008
Temazcal Los Cañas... Memento... Domingo 3 de agosto de 2008
Vox abscondita
Tu voz
Cae una y otra vez en mi ceguera
Como explosión invisible y tremenda
Caleidoscopio de dócil señorío
Tu voz
Vendaval térreo de fuego humedecido
Aquí
En el alfabeto del oriente en Cruz y Medialuna
Allá
En la lengua abierta por las cuatro residencias de la Ñuke Papai
Esa voz tuya
Que se asoma retoñando
Desmedida
Metafísica y deforme
En los espirales atolondrados de mi conciencia insuficiente
Estrellada en el tabaco humeante
Como vuelo de Peuco anunciando el Evangelio
En todas y ninguna de mis casualidades
Lloviendo padrenuestros sobre las alturas tutelares del Wiracocha
Una y otra vez
Esa voz tuya, Señor
En mi latencia
Médula de pálpito terror y esperanza
Que no termina de desertar del agnóstico credo
Ni perdona sus infiernos
Desplomándose como sin tregua
Gigantesca
En la abertura hembra de mis entrañas insaciables
Indicio atestiguado de signo impenetrable
Tu voz
Valentina, invierno de 2008
Tu voz
Cae una y otra vez en mi ceguera
Como explosión invisible y tremenda
Caleidoscopio de dócil señorío
Tu voz
Vendaval térreo de fuego humedecido
Aquí
En el alfabeto del oriente en Cruz y Medialuna
Allá
En la lengua abierta por las cuatro residencias de la Ñuke Papai
Esa voz tuya
Que se asoma retoñando
Desmedida
Metafísica y deforme
En los espirales atolondrados de mi conciencia insuficiente
Estrellada en el tabaco humeante
Como vuelo de Peuco anunciando el Evangelio
En todas y ninguna de mis casualidades
Lloviendo padrenuestros sobre las alturas tutelares del Wiracocha
Una y otra vez
Esa voz tuya, Señor
En mi latencia
Médula de pálpito terror y esperanza
Que no termina de desertar del agnóstico credo
Ni perdona sus infiernos
Desplomándose como sin tregua
Gigantesca
En la abertura hembra de mis entrañas insaciables
Indicio atestiguado de signo impenetrable
Tu voz
Valentina, invierno de 2008
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